La impresión Directo a Prenda (DTG) ha revolucionado la industria textil, ofreciendo ventajas y presentando desafíos específicos. En este artículo, exploraremos ambas facetas de esta técnica innovadora.
La DTG es especialmente atractiva para los emprendedores. La inversión inicial puede ser recuperada en un corto período, y los costos por unidad son relativamente bajos, asegurando márgenes de beneficio saludables.
Más allá de las camisetas, la técnica DTG permite personalizar una amplia gama de textiles, siempre que tengan un mínimo del 50% de materiales como algodón, bambú o lino. Esto abre puertas a la personalización de bolsos, toallas, sombreros y mucho más.
La impresión DTG es ideal para producciones pequeñas o personalizaciones individuales. Esto permite a las empresas responder rápidamente a las demandas específicas de los clientes sin comprometer la rentabilidad.
Las impresoras DTG, especialmente las de alta calidad, representan una inversión inicial significativa, lo que puede ser una barrera para algunos emprendedores.
Las telas oscuras o de colores profundos pueden presentar estampados menos vibrantes en comparación con las prendas claras, lo que limita las opciones de diseño en algunos casos.
A pesar de su flexibilidad, la DTG no es compatible con todos los textiles. Por ejemplo, muchas prendas deportivas no son adecuadas debido a su composición, que a menudo tiene un bajo contenido de algodón.
La impresión DTG ha abierto nuevas puertas en el mundo del estampado textil. Sin embargo, como cualquier técnica, tiene sus fortalezas y limitaciones. Al entender ambas, las empresas pueden aprovechar al máximo sus beneficios mientras se adaptan a sus desafíos.
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